San Valentín

Ya amaneció cariño...
Lo sé amor...
Te recuerdo que te toca comprar el pan mi vida.
Ella se vira a mirarlo y le da un cálido beso en la frente, diciéndole me doy una ducha y voy a por el pan.
Ella se ducho y se cambio, cogió las llaves y se fue, cuando llega al garaje se cambia de ropa y va a por el pan.
Cuando llega a su casa él la esperaba, allí tan erguido, de buen perfil, llevaba puesta una camisa, algo que a ella le gustaba.
Mmmm... Que buen perfil desde aquí puedo sentir su fragancia, algo que me enloquece...
Él se acerca y le dice cogiste el coche solo para comprar el pan.
Si cariño por que la tienda que está a dos calles está cerrada por vacaciones.
Él le abre la puerta del coche y...
Los ojos de él brillaban como un espejo, su boca entre abierta y un gran suspiro brota de él.
Ella llevaba una mini falda y una blusa muy ceñida a su esplendoroso cuerpo.
Él la coge de la mano le da un tierno beso en la mejilla y le pregunta donde te cambiaste amor.
En el garaje mi vida quise darte una sorpresa, pero aun falta más...
Ambos se van juntos al departamento cogidos de la mano, él besa su mano.
Cuando llegan a la puerta él saca de su bolsillo un pañuelo y le venda los ojos.
Un suspiro brota de ella, ¡Qué sorpresa me tienes mi vida?
Solo camina amor agáchate y gatea.
¿Qué gatee...?
Si, amor gatea.
Ella gateo con los ojos vendados, cada vez que se acercaba escuchaba cantar a los grillos y una combinación de canto de pájaros, con el sonido de riachuelos... hasta que... ya puedes parar mi vida.
Él se acerca y le quita la venda de los ojos y...
Frente a ella se encontraba una tarta de chocolate en forma de corazón en el que ponía: Te amo, al lado unas rosas rojas y al otro lado unas rosas blancas y junto a ellas un cubo con hielo en el se encontraba una botella de Luxemburgo.
Ella se queda asombrada una máscara de felicidad la invadía...
Se incorporo y estaba dentro de una carpa, que su amado armo en el salon, solo alumbraba una luz tenue de un lamparín.
Ella se acerca lentamente y le empieza a desabotonar su camisa, sin quitarle la mirada, por cada desabotonada ella le otorgaba un beso, a ella le excitaba mucho que él la viera.
Él se tumba en una sabana blanca y...
Ella saca de su bolso el pan y lo pone a un lado, saca su móvil y pone la danza del vientre, empieza a bailar sensualmente para su amado.
El enajenado y con la boca entre abierta...
Ella baila de una forma muy seductora, le da la espalda a su amado y se quita la blusa, su hermosa cabellera cae en su blanca espalda, procede a quitarse la mini falda, quedándose con un corset transparente de color rojo, donde translucía su figura, unas ligas de lazos cogían sus medias, toda una seductora.
El se pone de pie y la besa apasionadamente, sus manos descendían por el ardiente cuerpo de ella, tocando minuciosamente todo su hermoso cuerpo.
Ella tan frágil al deseo... su lengua inquieta que embriagaba el loco placer, llenos de gemidos...
El la carga y aprovecha en darle un beso mordiendo suavemente sus labios y la pone encima de la sabana... Ella tan frágil al deseo.
El la acaricia toda, hasta los zapatos de tacones que llevaba puesto la hermosa mujer.
La abraza y va desabrochando su corcel y acaricia los botones de su pecho que se encontraban erectos, los lame sagazmente, ambos descienden en el jardín del deseo, ese misterioso placer que los embriaga, la simetría de dos cuerpos que se concentran en la abstracción del argumento del amor.
Ella gatea hacia su bolso y saca una botella de nata y la unta en su falo y lo comienza a lamer sin quitarle la mirada en ningún instante a su amado.
El esta en la lengua de ella, en la boca de ella, embriagándose de él.
Cómplices del amor: De esposos, de amantes, de amigos...
Un sexo exacto, profundo de erotismo sincero para ambos.
El tumbado en aquella sabana blanca y ella tumbada encima de él disfrutando del placer que retumba en un placer de susurros exóticos.
El le susurra al oído, diciéndole que ella paraliza el tiempo, que sus labios, sus besos le enloquecen al igual que su mirada y el marfil de su cuerpo.
El loco placer de dos seres que se aman, calcinados por un solo ser.
Mujer con espíritu bondadoso, donde realzan los pensamientos esculpidos de tu ser.
Ella: dejas marcado mi cuerpo al igual que mis pensamientos, en mi cuerpo esta escrito tu nombre con tu sangre que me hace enardecer, tus ojos llenos de locura que me hacen vibrar, siento que me abrazas con tal propiedad, presionas mi cuerpo junto al tuyo, mi respiración es más tuya que mía.
El: mujer pulcra y morbosa que destilas placer, mujer escrita y descrita a mi perfección, fuego, volcán y a la vez ternura, voluptuoso es tu corazón, estás marcada con mi nombre que hago prevalecer, por que te se mantener, nadie te alejara de mi lado, mujer que expande olor de fresca mujer desde lo más intimo de tu ser. 
Eso es lo que me encanta de ti bella mujer lo imaginable, eres la luna a lo transparente, cubres mi cuerpo de tu apetito el cual alimentas, me encanta el morbo de tu sonrisa, insaciable es mi boca en tu cuerpo, detallo cada espacio de él , naufrago en todo tu ser, en cada rincón, me sacio de ti y tu de mi.
Amada que penetro con lujuria de un amor viviente y vigente que haré que no termine, siempre habrá sorpresas llenas de comprensión y comunicación.
Siento tus manos recorriendo mi cuerpo hermosa mujer, mi amante, mi mujer, mi todo, revelas tu amor sin que te lo pregunte.
Amado mío mis ojos están sollozos de sentir tanto placer, de sentir tu amor, me haces tan feliz, cambias la rutina que me hace enloquecer, viertes todo tu amor en mi.
Me penetras una y otra vez, por que soy tuya.. siente el olor de mi ser y la humedad de mi piel, mis labios que no abarcan tu boca , pero más te hundes en ella, placer de gozo e infinito placer, que felicidad, siento mis lagrimas caer el de sentir tu amor y el de sentir el inmenso placer, me abrazas y me acomodas en la posición que quieres que este, me enloqueces, cuando envuelves tus brazos entre mi cuerpos, me haces sentir segura y vibrante....
Coges las rosas y la espolvoreas en todo mi ardiente cuerpo, lleno de sudor, me deleitas fantasía, sigo divisando tu mirada que tal desenfreno, un ramillete desgarra mi piel, siento tus manos tan fuertes en mi piel, me levanto voluptuosamente y cojo el Luxemburgo y te lo doy para que lo abras, bebemos de el, te lo doy de mi boca, el cual lo recibes con enorme placer, baño tu falo, cierras los ojos y me undo en el, más mío que tuyo, un estruendo muy elevado, seguimos calcinado el amor sin parar, eres insaciable al igual que yo, hombre de mi ser.
El amor no cansa, no irrita, prevalece aquel que lo quiere mantener.
Amor digno y sagrado.

Jenny Sandra M L
Bonny Rubi