El suave viento acaricia mi cuerpo más no mi alma, bellas mariposas brotan de mi ser, ansío la distancia... tan cruel y amarga que nos separo.
Mi alma no ha de morir te recuerdo como tal, cuan bella fragancia, dejaste marcada mi mente más que mi cuerpo.
Cuerpo desnudo que cae el agua en la fragilidad de mi ser.
Prefiero palpar las almas y olvidar las huellas de aquellos recuerdos forjados.
Almas llenas de sutiles palabras, embriagadas en todo mi ser.
Alma conforme de lo bello otorgado; eres el mejor de mis imagines.
Fuiste amor más que placer.
No dejas tu pincel y sé que me sigues dibujando más en tus pensamientos que en tus sueños.
Jenny Sandra M L
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