Nada que rebatir

Claramente tu no eres para mí Claramente lo entendí Claramente sé que no es tarde. Yo pinto mi vida, yo soy la que me anamoro nadie me enamora. Harta de este hastío lleno de falacia. Cansada de la vida no estoy, sólo de aquello que viven en la mentira. Pienso al otro lado de mi sueño, el viento me abraza me encandilece, el sol me abraza con calor y ternura. No hay sombras en mi camino, todo está despejado. Buscas roer el hueso que tu boca quiere saciar. Buscas calcinar tus manos en mi frondoso cuerpo. Buscas la quietud de tu cuerpo descansar en el mío. El agua baña mi esplendoroso cuerpo, huellas que borrara, será fácil en mi alma huellas no dejaste. Un vaivén de palabras me envuelven, confundida no estoy. Las palabras se dicen cuándo nacen desde lo más profundo del alma. No me podrás dominar porque yo soy quien lleva el timonel de mi vida. No se puede andar con una persona insegura, perturbado en el miedo, del que quizás con el tiempo realmente se quede sól...