Una parte de mi tercera obra
Hoy quiero dedicarme
al mundo de hoy en recordar duras historias que muchos conocen y
pocos quieren hablar... por vergüenza, por dolor, por humillación,
etc... Cabe recordar que todos estamos aquí para aprender y no para
criticar, personas inocentes, otras envueltas en la maldad, otras en
sed de venganza, este caos que pocos afrontan y otros que huyen de la
realidad, por no vivir atormentados, el dolor del cuerpo y del alma
que sacuden está atmósfera criticada, mal oliente, rasgada en un
oscuro pasado que rodea y a la vez alberga.
Todos tenemos la
facultad de pensar y la potencia de engrandecer, pero llega ese
momento cuando te das cuenta y te preguntas que paso... por que a
mí... acaso estuve en mis cinco minutos fuera de mi hemisferio.
He aquí un prefacio
de la vida en este mundo que muchos ignoran y que muchos desearían
no haberlo vivido.
Aquí me detengo
para ver la carroña humana, cuántos estuvieron envueltos
directamente e indirectamente...
Camino unos ligeros
pasos quería llorar de rabia, de ira, de irritación, de impotencia,
pero porque complacer al tirano, al zascandil, una barbarie de
devastación no puede dominar ni al más inocente, la indulgencia no
puede dominar... sí, se sabe tarde que temprano todo se paga un
mundo donde gira y gira...
El coraje debe de
prevalecer y no perder las agallas, teniendo los ojos como besugo
igual que los ojos del pez.
... Otro ser quiere
desvalijar...
Un viento de
melancolía me rodea, toda mi mente se apodera, mis pensamientos
están rodeados de muchas inquietudes, profanan mi mente, un gran
llanto se desgarra de mi ser, estoy abrumada herida, decepcionada,
deprimida, una gran indolencia se quiere apoderar de mi ser ...
Un preámbulo
comienza donde el protagonista es lucifer, un gran diablo con malas
intenciones en donde su rostro se dibuja un ángel, todo tiene una
vigencia a la larga una caducidad.
Sumergida en el
vació y en un profundo dolor, se toca el vientre para luego pasar su
mano por su cuello, camina con pasos ligeros, no quiere sentir ese
gran dolor que la embriaga, la atormenta, se siente bufoneada,
humillada, totalmente deprimida, se acerca a su ventana y apoya su
cabeza en el cristal su rostro es rosado, pero triste, una mirada
melancólica, unas lagrimas bañan su rostro.
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