LA TARDE…
La
melancolía de la tarde invade todo mi ser, siento las suaves melodías de lo
delicado, lo inesperado, tumbada en mi cama, cual reflejo me inundo en lo
vivido, que hacer, que decir, cuando te das cuenta, tu cuerpo, tu alma, tu vida
ya no te pertenece, una remembranza habita en mí, quisiera que el tiempo se
hubiera paralizado, no quedar despojada, arrebatada, la malicia de un ser
despiadado, lo que busco y lo que no encontró, el oro que brilla y el oro que
se quema. Recuerdo la noche del sábado, entre todo el bullicio de las calles,
oigo tus carcajadas a lo lejos sigo tu mirada tan penetrante, sigo pensando en
lo experimentando, en lo vivido, siendo razonable, a veces se entrega más allá
de lo permitido de lo experimentado.
Removiendo
mis apuntes, detallo de lo escrito algo no vivido que yace en mí, que agonía un
placer no calcinado, no vivido, la tercia parte no me satisface, cual maravilla
de no ser arrebatado, ni pertenecido.
El corazón
se me instalo en lo profundo de mi garganta, que alegría no haberlo vivido
Todo debe
ser cuestionable, antes de dar el gran paso…
Jenny Sandra
Muñoz Livio.
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