MADRE

 

A MI MADRE

 

Madre amada nunca pierdes tus maternas oraciones, quien tan dulce y tierna fuiste mi guía quien hoy resplandece en el fugaz encuentro de la vida, siempre me tuvisteis en tu regazo flor bendita quien me dio la vida, eres el ser que amo quien me enseño lo bello de la vida eres el sabor dulce que llena lo fortuito de mi vida, llevo en mi mente la encantadora sonrisa que nunca olvido, recuerdo tu bondad y tu mano amiga me encandilas con tus palabras llenándome de aliento todo mi ser eres mi luz que resplandece en cada anochecer me disteis tu sangre y el amor de madre que muchos quisieran tener es el gran trofeo que Dios me pudo dar.

Mujer luchadora fuerte y tenaz, de ti aprendí lo bello de la humanidad eres el agua más limpia que el cristal y el calor más abrazador como un volcán.

Madre amada siento tus caricias y tus bellas palabras que de niña muchas veces no entendí y las tengo grabadas en mi mente y en las que hoy entiendo.

Eres mi luz y energía de existir.

Amada madre gracias por darme tan hermosa vida y gracias a Dios por darme el gran trofeo; tu amada madre.

 

JSML