Y con lasciva expresión mordió su mano y, con voz tenue pronuncio: tus palabras flaquean no puedes aparecer cuando se te apetezca... sal de mis aposentos, sal de mi valiosa vida...vienes a despojar mi virtud... tienes una manera más cutre de seducir y, una manera mediocre de conversar, ni tus susurros me despojan de mi ser... ¡sigo latente en mi profundo ser!, que nivel, nada evolutivo, siempre lo mismo, ya no cuaja, lo que dejó de ser se fue al vacío, al olvido de lo cruel vivido, no recuerdo ni las noches que no cuajaron por la ira que desbordada cada día cuando te veia... -Te quiero, te extraño, siempre te pienso, te me has metido en la cabeza, yo a usted la amo muchísimo... - Hazme caso tú me perteneces, eres mía -¡no!, ¡no! Tu piel ya no encaja con mi piel, caminamos en un abismo, ¡eres muy buena! decías... promete que nunca me vas a dejar, se lo pedía todo intrigado y mirandola fijamente a los ojos ¡¡yo hago lo que tu me digas!! decia él; ella se acuerda lo que decía, ...